Supongo que antes de nada, sería bueno conocer a la persona que hay detrás de la cámara. Me presento: Mi nombre es Álvaro y si me preguntas desde cuando estoy en el mundo de lo audiovisual… No te sabría responder. Desde que tengo uso de razón he estado muy unido a las cámaras, vengo de una familia relacionada con las artes visuales, y supongo que eso ha influido en la pasión que tengo hoy en día por mi trabajo. Desde muy joven, me he divertido rodando vídeos y cortos con mis amigos, y con el paso de los años, mi interés por capturar momentos y eventos se convirtió en mi profesión.

Estudié bachillerato de artes escénicas, para después graduarme como técnico superior en iluminación, captación y tratamiento de imágen, y por último, como operador de cámara en la escuela CES de Madrid.

En 2018, comencé a interesarme por el mundo de las bodas y trabajé para algunos estudios de fotografía en Murcia y Alicante, para dos años después continuar con esta andadura por mi cuenta. Este periodo me ha enseñado que cada boda es única y ha reforzado mi conciencia de la importancia de mi papel en ellas. Por ello, siempre me esfuerzo por darle la importancia que merece a cada detalle y adaptarme a cada pareja, ya que no hay dos iguales.

Una de mis premisas es la naturalidad. Intento evitar dar órdenes o interferir en el desarrollo de los acontecimientos, ya que prefiero que todo fluya frente a la cámara. Esta es la base de mi estilo: 0% posados, 100% autenticidad.